peruanos sin empleo por falta de oportunidades ,para el discapacitado

El desempleo castiga más a los discapacitados por la falta de compromiso de las empresas

Los alicantinos con discapacidad sufren con especial virulencia el problema del paro, que se ha cebado especialmente con ellos en el último año, tras crecer en casi un 30 por ciento el número de parados con algún tipo de minusvalía física, psíquica o sensorial. En total, se contabilizan 2.441 desempleados dentro de este colectivo.

El acceso a un puesto de trabajo es una carrera de obstáculos para cualquier persona, entre los que hay que salvar curriculums brillantes, experiencia laboral, contactos personales. Si a todo esto se añade un problema derivado de tener una minusvalía, el proceso de búsqueda de empleo se complica enormemente. Así lo sufren muchos alicantinos que con algún tipo de discapacidad engrosan las listas del paro. Un informe sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad en la provincia, elaborado por el sindicato UGT-L¿Alacantí, revela que en el último año ha crecido el paro entre estas personas en un 29,63 por ciento.

Los datos del Instituto Nacional de Empleo (INEM) confirman la existencia de 2.441 desempleados minusválidos a fecha de 31 de diciembre de 2006, frente a los 1.883 contabilizados en el mismo del año anterior. Se trata de un incremento de parados de 558 personas. Del total registrado, 1.144 son hombres ¿que crecen un 9,5 por ciento con respecto a 2005¿, mientras que las mujeres ascienden a 1.297 ¿con una tasa de subida del 20,13 por ciento¿. Estas cifras evidencian la desigualdad existente, con un 6,26 por ciento más de féminas discapacitadas en las listas del INEM que los hombres.

Este balance negativo entre los trabajadores con minusvalía obliga a un análisis más profundo si se tiene en cuenta que se produce dentro de un contexto laboral en el que la contratación de minusválidos ha crecido de forma significativa, hasta un 20,5 por ciento en el último ejercicio, para un total de 2.866 contratos. Una circunstancia que es similar a la que acontece entre el resto de trabajadores, lo que demuestra también la imposibilidad de absorber la cada vez mayor demanda de empleo.

Del total de contratos a personas con discapacidad en la provincia en 2006, 1.861 fueron para hombres, frente a los 1.005 para mujeres, lo que deja un porcentaje del 64,94 por ciento y 35,06 por ciento, respectivamente. Los varones han cosechado un 29,88 por ciento más de contratos que las féminas.

Por franja de edades, las personas que más contrataciones han tenido han sido la de 20 a 45 años, que acaparan el 65,74 por ciento del total. La realidad es que la situación de las mujeres con discapacidad es mucho más desfavorable que la de los hombres, tanto en materia de paro como de contratación.

En cualquier caso, esta discriminación tampoco es nueva puesto que es una constante en todo el mercado laboral español, lo que va unido a la histórica desigualdad aún existente entre hombres y mujeres. Lo que sucede es que tampoco los trabajadores discapacitados se libran de este estigma generalizado.

Las altas laborales en 2006 a personas con discapacidad significan sólo un 0,47 por ciento del total de toda la contratación. Además, indefinidos fueron solo un 13,34 por ciento. En lo que va de año 2007, la situación tampoco ha variado, puesto que de enero a marzo, la contratación para personas con discapacidad apenas ha significado un 0,18 por ciento.

UGT denuncia que 'los empresarios sigue sin aprovechar las formulas para promover la integración laboral de las personas con discapacidad, que van desde las bonificaciones por contratación hasta las subvenciones para adaptaciones y ajustes en el puesto de trabajo'